...y de eso ya hace unos cuantos días, algunas ya os habreís dado cuenta por los mensajes que he dejado en vuestros blogs, pero no encontraba un huequecito para actualizar el mío.
Han sido muy poquitos días fuera en los que pude disfrutar algo del sol, no mucho porque soy de las que enrojezco a la mínima exposición, algo de la familia... y en los que ha caído alguna compra relacionada con mi “vicio”, en concreto estas telas que os muestro:

Son linos de Zweigart para la casa DMC, 28 ct, en unos agradables tonos azul y verde, tonos que enseguida me llamaron la atención por poco habituales en las tiendas que yo conozco. Aún no he decidido en que labor utilizarlos, pero seguro que les sacaré utilidad.
Los localicé en La Casa de las Labores, una mercería muy completa ubicada en el centro de San Sebastián, que es de toda la vida, tanto como que ya hace unos años que celebraron su centenario; a parte de una sección muy amplia de mercería, punto de cruz, puntillas, publicaciones...me sorprendió ver en ella un extenso surtido de lanas, e incluso te ayudan si tienes dificultades a la hora de ejecutar un trabajo. No me planteo ni de lejos darle a la calceta, pero sé apreciar las labores tan bonitas que se consiguen con esta técnica.
Muy cerca de esta estupenda mercería se encuentra Eder, Centro de Labores, que inicialmente se dedicaban al punto de cruz (son especialistas en reproducir en pdx cuadros famosos) y que desde hace unos pocos años disponen también de una variada sección de patchwork. Allí esperaba hacerme con alguna plantilla de acolchado, pero no me gustaron las que ví.
Tienen un hermoso escaparate donde se pueden ver algunas de las labores que realizan las alumnas en los cursos que allí imparten; incluso algunos de los quilts están disponibles en kit, pero no me animé con ninguno... aunque ganas no me faltaron.
Cuando salía de la tienda, me llamó la atención un pequeño cuadro de un caserío vasco a pdx... la escena en sí era preciosa, pero al acercarme al verlo, me quedé sorprendida ya que la puntada era minúscula!! Me explicó la dependienta que estaba hecho en tela de sábana (imaginaros la trama: inexistente), en 1 sobre 1, y lo que tiene más mérito, su ejecutora lo hace por la noche, mientras cuida de personas enfermas.
Y si esto no era suficiente, la dependienta descolgó el cuadro para mostrarme el revés... PER-FEC-TO, tanto que a la hora de enmarcarlo, han colocado un cristal también por detrás para que se pueda apreciar. Lástima que no llevara mi cámara para poder enseñároslo.
Bueno, sé que muchas de vosotras tenéis un revés perfecto o casi, pero yo, que empecé en el punto de cruz por iniciativa propia y sin ningún referente alrededor, es un aspecto que nunca he cuidado: comenzaba haciendo nudos, las puntadas de las cruces eran irregulares, remataba pasando los hilos de cualquier manera por detrás... Poco a poco he ido depurando la técnica (fuera nudos!!, las puntadas en la misma dirección...), y hace relativamente poco que he comenzado a rematar por delante. Lo que me sorprendió de este cuadro era que era imposible apreciar el inicio de las hebras, y la dependienta se ofreció muy amablemente a explicarme la técnica de inicio, tan simple, pero que yo desconocía por completo... ¿ y como os la explico yo? Seguro que ya la conocéis y yo la estoy aplicando, con muy buenos resultados.